Como parte de su comienzo en el reinado el rey Carlos III acudió a un importante compromiso en York donde fueron recibidos a través de la Micklegate Bar, una puerta medieval donde se recibe de forma tradicional a los monarcas. El soberano y su esposa habían asistido a un servicio en la catedral York Minster para revelar una estatua de la reina Isabel II.
Fue a su llegada que un activista lanzó tres huevos al rey Carlos III y la reina consorte Camilla, los cuales cayeron en el suelo a unos centímetros de donde estaban. “Este país fue construido con la sangre de los esclavos”, exclamó el hombre de 23 años que rápidamente fue detenido y abucheado.
Luego de ser detenido por policías de North Yorkshire el joven fue puesto en libertad bajo fianza siempre y cuando se mantenga a 500 metros o más del rey Carlos III y no cargue huevos en lugares públicos. El castigo causó la gracia y sorpresa de expertos en realeza que no tardaron“¿No puede cargar huevos en lugares públicos? Claro, eso le enseñará”, “¿Qué clase de castigo es ese?” Y “Lo siento, pero, ¿cómo es eso legalmente exigible? Simplemente suena absurdo”, dijeron algunos comentaristas en redes sociales y programas de televisión.
Sin embargo, tal parece que las criticas causaron que las condiciones de la fianza fueran modificadas a no permitirle su compra y enfrentará más castigos oficiales después de su comparecencia ante el tribunal el próximo 1 de diciembre, pues ha sido acusado de un delito de orden publico de la sección 4.