La compasión es más importante que la victoria
Al principio de La mujer rey, los Agojie luchan por el reino de Dahomey, pero a medida que los personajes se vuelven más compasivos y humanos, se dan cuenta de que deberían luchar por la gente que habita el reino.
A los guerreros se les enseñó que el conjunto es más importante que el individuo, pero a medida que el amor y el cuidado comienzan a infiltrarse en sus filas, empiezan a comprender que el conjunto sólo es importante porque está formado por personas reales que deben ser valoradas como tales.
Este cambio de mentalidad culmina en la escena culminante, en la que los Agojie deciden liberar a unos cuantos que fueron capturados, aunque ello vaya en contra de los esquemas concebidos para ganar la guerra en curso. Nanisca y el resto de los Agojie, al interrogarse sobre sus propias tendencias violentas, comprenden que las batallas no merecen la pena si no lo hacen por las personas junto a las que luchan.
Cuando los personajes se dan cuenta de que el cuidado es más importante que el concepto aislado de la victoria, sus brújulas morales se enderezan, y aquello por lo que deberían haber estado luchando todo el tiempo se desenmascara, dejando al público un mensaje mucho más aplaudible sobre la fuerza que pueden proporcionar nuestras propias vulnerabilidades.