Se avivan las tensiones entre Shakira y Gerard Piqué. El motivo en esta ocasión ha sido la participación del hijo mayor de la expareja, Milan (9), en un evento de Twitch organizado por el exfutbolista culé. A la cantante colombiana no le ha gustado que Piqué exponga al pequeño en una plataforma tan multitudinaria sin su autorización previa. Así lo han hecho saber desde su oficina de comunicación. «Fuentes del entorno de Shakira aseguran que la cantante en ningún caso dio su consentimiento previo ni fue consultada al respecto sobre la participación de su hijo Milan en la retransmisión de un evento de la empresa de Gerard Piqué, en una discusión de contenido adulto».
Los hechos tuvieron lugar este sábado cuando Piqué, centrado ya en su faceta de empresario, organizó un evento de la Kings League, una liga de fútbol virtual protagonizada por streamers y exjugadores de nuestro país de la que es presidente. Además de reconocidos influencers, entre los comentaristas se encontraba un invitado muy especial: su hijo mayor, que en todo momento mostró una enorme desenvoltura frente a los micrófonos, ganándose con sus simpáticas bromas el cariño de todos los presentes.
En palabras del exfutbolista, no estaba planificado que su primogénito apareciese en el vídeo, sino que fue algo espontáneo. «No es el anuncio, mi hijo no es el anuncio. Le hemos puesto aquí porque a última hora quería salir», declaraba. Desde el primer minuto en que apareció en pantalla, Milan se divirtió y robó por completó el protagonismo a los allí presentes, e, incluso, llegó a corregir a su progenitor en asuntos relacionados con los videojuegos. Una intervención muy simpática pero que no contaba con la autorización de Shakira al tratarse temas de «contenido adulto».
Este no es el único roce que la expareja ha tenido durante estas vacaciones de Navidad con cuestiones relacionadas con los benjamines de la casa. Cabe recordar que la intérprete de Si te vas ha conseguido su custodia legal y su deseo es mudarse a Miami lo antes posible, para dar a sus retoños la privacidad y tranquilidad que habrían perdido tras el mediático proceso de separación de sus padres.
