La vida de Whitney Houston es retratada en la película biográfica Quiero bailar con alguien, que este 26 de enero se estrenó en las salas de cine en México. La actriz británica Naomi Ackie le da vida a la cantante que murió en febrero de 2012 previo a la ceremonia de entrega de los premios Grammy.
Kasi Lemmons dirige al elenco a partir del guión de Anthony McCarten, quien estuvo detrás en Bohemian Rhapsody. La producción da cuenta de la llegada al éxito de la intérprete, pero también algunos altibajos. Además, se incluyen las versiones remasterizadas de sus canciones, por lo que su voz original se mantiene en el proyecto.
Antes de ser la estrella que conocemos, Whitney Houston era una talentosa niña que cantaba en el coro en la Iglesia Bautista New Hope; además de la religión evangélica, se incluye un paso por su vida personal a través de sus relaciones con Robyn Crawford (Nafessa Williams) y su turbulento matrimonio con Bobby Brown (Ashton Sanders).
El filme muestra cuando fue descubierta por el productor y expresidente de Arista Records, Clive Davis (Stanley Tucci), en el club nocturno de Nueva York Sweetwater’s gracias a que su protectora madre Cissy Houston (Tamara Tunie), lo vio entre la audiencia, por lo que la invitó a cantar ‘The Greatest Love of All’.
La multifacética mujer que sobresalió como una de las mejores voces de su generación tuvo adicciones con las drogas, por lo que esta faceta también forma parte de la trama, aunque se tiene respeto a su fatídico final, por lo que se muestra la ansiedad que vivió en la última fiesta antes de ser encontrada inconsciente en la bañera de su habitación.
Algunos momentos claves en su carrera aparecen en escena, como su presentación en televisión durante The Merv Griffin Show (1983) o los American Music Awards (1993).
Las polémicas también formaron parte de su historia ya que su padre John Houston (Clarke Peters) la demandó en 2002 por 100 millones de dólares al argumentar que no se le pagaron sus honorarios como mánager.
