Para la colección Otoño-Invierno 2023 de Christian Dior, Maria Grazia Chiuri se inspiró en los años cincuenta. A continuación, Anders Christian Madsen nos informa.
5 datos sobre el desfile Otoño-Invierno 2023 de Dior
- Trazó un paralelismo entre los años 50 y la actualidad.
- Maria Grazia Chiuri pintó un retrato auténtico de los años 50.
- Adaptó el clóset de los años 50 a las necesidades contemporáneas.
- Chiuri reflexionó sobre la moda en tiempos de guerra.
- El set fue creado por la artista portuguesa Joana Vasconcelos.
El show trazó un paralelismo entre los años 50 y la actualidad
Si bien la idea de reducción siempre es relativa en la alta costura, la temporada hasta ahora parecía una propuesta modesta para nuestro guardarropa de Otoño-Invierno 2023. Era cierto para el interminable desfile de abrigos grises recatados de Milán que parecían muy apropiados para el espíritu de la época. Al abrir los desfiles de París, Maria Grazia Chiuri consolidó esa sensibilidad en una colección de Dior en gran parte en blanco y negro que trazó paralelismos con otra época de reflexiones existenciales de la moda. ‘Un gran impacto es la guerra de Ucrania en nuestras vidas. Es la primera vez que experimentamos una guerra en Europa en mi generación’, dijo durante una vista previa. ‘Por eso quería reflexionar sobre los años 50. Conozco historias de mi familia, pero nunca he vivido durante una guerra. Ahora, estamos reflexionando sobre cómo fue ese momento para ellos. El paralelismo está en la atención sensible que ahora le damos a esa historia. También estamos saliendo de una pandemia, que fue como un tipo diferente de guerra’.
Maria Grazia Chiuri pintó un retrato auténtico de los años 50
Evadiendo la idea de Hollywood de los años 50 como una era de glamour y optimismo, Chiuri se centró en cambio en el espíritu de la época que realmente habría rodeado a Christian Dior en el París de la posguerra. ‘La realidad en Francia –como en Italia– fue un momento de existencialismo. Europa era pobre. Quería reflexionar sobre eso porque está muy cerca de la historia de la casa y de las mujeres que rodeaban al señor Dior’, dijo. Hizo de tres de ellas sus musas: Edith Piaf, que encarnó la época, Juliette Gréco, que era cliente de Dior, y la hermana florista del fundador, Catherine Dior. ‘Estoy obsesionada con Catherine Dior. El primer boceto que hizo Dior fue el de su hermana. En cada colección le dedicaba un vestido. Ella era Miss Dior. Estuvo en la resistencia, estuvo en un campo de concentración, nunca se casó’, explicó Chiuri. A través de su trío de musas, evocó el aspecto cotidiano real de la época en una adaptación para la actualidad.
Adaptó el clóset de los años 50 a las necesidades contemporáneas
‘Non, Je Ne Regrette Rien’ de Edith Piaf llenó la carpa en las Tullerías (su título se hizo eco en un eslogan en una camiseta) mientras se desarrollaba la versión actual de Chiuri de un clóset existencial. Centrada en las elegantes siluetas de los años 50 de Dior, modernizó los tropos de la casa a través de la construcción contemporánea. Los vestidos se mantuvieron fieles a la duquesa, el muaré y la chenilla que originalmente les dieron vida, pero Chiuri aligeró la construcción imbuyendo las telas con un hilo superfino conocido como linux, que le permitió relajar las prendas pero manteniendo la precisión de la forma. ‘Más ligero, más suave, más fácil de usar’, dijo. Cuando su investigación llegó a 1960, recreó la chaqueta de cocodrilo con forro de piel de oveja que Yves Saint Laurent diseñó para la casa en una forma menos rígida. ‘Encontré esta magnífica piel de oveja con un estampado de cocodrilo’, sonrió. En todo momento, Chiuri mantuvo una silueta elegante y apagada, solo interrumpida por flores como un guiño a Catherine Dior, algunas de las cuales también se manifestaron en apliques de cuero negro tridimensional. Los abrigos eran de ensueño.
Chiuri reflexionó sobre la moda en tiempos de guerra
Al preguntarle sobre si los tiempos que vivimos están cambiando sus propuestas o su acercamiento al propio Dior, Chiuri dijo que era una cuestión de adaptación. ‘Me confunde mucho este tiempo, pero no estoy confundido sobre de mi trabajo. El tiempo es más agresivo, pero tengo una visión muy clara de la marca. Sé lo que es bueno y cómo trabajar bien en esta industria, y cómo tratar de hacerlo mejor de manera comunitaria. Tengo 59 años y una larga trayectoria, así que pienso en todas las cosas buenas de la industria y en cómo podemos avanzar de una mejor manera. Trato de ver la oportunidad en lo que la moda puede hacer. Probablemente, porque estoy vieja’, hizo una pausa y se echó a reír. ‘¡Pero quiero traer sensibilidad a la generación joven!’
El set fue creado por Joana Vasconcelos
Fiel a la tradición, Chiuri invitó a un artista a colaborar en su set para el espectáculo. Comenzó a hablar con Joana Vasconcelos hace un año y detectó un paralelismo entre la práctica de la artista portuguesa, expresada en la costura, el tejido y el bordado, y su propio trabajo en los talleres de Dior. La asociación se materializó en una oda a Catherine Dior, a quien Vasconcelos imaginó como una valquiria, la mujer guerrera de la mitología nórdica. Realizada a través de encajes, bordados y ganchillo, la obra de arte era una escultura abstracta con forma de araña que creaba una especie de techo sobre la pasarela y convertía el espacio en una cueva multicolor. Fue patchwork a partir de motivos florales interpretados a través de las diversas técnicas de expresión de Vasconcelos. ‘Le envié todas las flores que se encuentran en los archivos’, dijo Chiuri sobre el proceso creativo. ‘Es la primera vez que tengo este tipo de colaboración con una artista, porque ella trabaja de manera muy similar a como yo trabajo en la moda’.