Para el doctor Gregorio Mendoza la confianza en uno mismo es uno de los factores que la medicina estética facial debe potenciar. Estudios afirman que, al acudir en busca de este tipo de ayuda experta, los pacientes no solo buscan mejorar su aspecto físico, sino también su salud mental y emocional, junto con su bienestar social. Y, en ese camino, la medicina estética pone todas las herramientas, el conocimiento y el asesoramiento disposición de este.
La divulgación sobre los procedimientos estéticos, así como el grado de educación general del público interesado sobre la materia, ha evolucionado notablemente en los últimos años hacia un sector cada vez más lejos de anticuados mitos. La confianza en la ciencia se ha visto beneficiada tanto de esta conversación que busca educar y mantener la naturalidad como de los avances en este tipo de cuidados.
El objetivo último sigue siendo hacer que el paciente se sienta seguro con su imagen y lo que con esta transmite, fortaleciendo la confianza en uno mismo. Una confianza que después se tiende a proyectar hacia el exterior. “Con la medicina estética buscamos mejorar la autoestima del paciente”, explica el Doctor Mendoza. “Aumentamos su confianza, mejoramos su calidad de vida; esto lo logramos gracias a la seguridad que el médico debe transmitir al paciente, especialmente al emprender el camino de un tratamiento integral, con un diagnóstico exhaustivo y personalizado. Iniciando con la estructura, pasando por el contorno y posterior refinamiento del óvalo facial, para, de esta manera, obtener resultados más naturales y duraderos”.
Sin duda, el diagnóstico médico se convierte en un indispensable a la hora de realizar un tratamiento holístico, ya que la mejor manera de lograr un rejuvenecimiento facial adecuado es mediante un conocimiento detallado de la anatomía facial y una comprensión clara de los cambios anatómicos dinámicos y volumétricos.
En busca de ese resultado más natural, la técnica se ha alejado de los cánones de belleza marcados para perseguir potenciar la unicidad de la belleza personal. “Ya no nos guiamos por cánones de belleza preestablecidos, sino que mejoramos los propios rasgos, potenciándolos, encontrando la belleza natural. Rasgos que se rigen por unos principios de estructura, modelado del contorno y el refinamiento del rostro, siempre acompañado de la figura del médico especializado que se encuentre cualificado, y sea capaz de realizar un diagnóstico exhaustivo e individualizado; asistiendo al paciente durante todo el proceso y posterior mantenimiento», puntualiza el doctor Mendoza.
Asimismo, y en aras de esa confianza y naturalidad, es necesario que antes de iniciar cualquier procedimiento de medicina estética facial, se tengan en cuenta una serie de ideas y factores que ayuden a tomar una decisión consciente y meditada.