En su origen, estaba compuesta solo por agua con gas y prosecco (un vino blanco espumoso similar al champán o el cava), pero los camareros lo preparaban en distintas proporciones, añadiendo, además, diversos licores amargos típicos de la zona, como Campari, Cynar (que se elabora con alcachofas) o Aperol, un bitter con toques cítricos, desarollado en en los años 20 del pasado silgo.
A día de hoy, todos estos licores pertenecen al Grupo Campari, que realizó una gran campaña de marketing en la primera década de los 2000 para promocionar, en concreto, el spritz de Aperol: el bitter más dulce y afrutado.
Aunque en España este cóctel está presente en cada vez más bares, es un aperitivo perfecto para tomar en casa los fines de semana como sustituto del vermú, sobre todo ahora que empieza a hacer más calor. Y prepararlo no tiene ningún misterio.
El Aperol spritz se sirve en copa de vino, que debemos llenar con hielo hasta la mitad.
Añadimos entonces tres medidas de 30 ml de cava o prosecco brut, dos medidas de Aperol y una de agua de soda.
Mezclamos con una cucharilla y acompañamos con una rodaja de naranja.
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